Se compone por un conglomerante hidráulico, áridos de granulometría y aditivos específicos. Su empleo es a mano o a través de proyección con máquina, teniendo una mayor facilidad de aplicación debido a una serie de propiedades que contiene en su estado fresco.
En definitiva, se trata de un tipo de mortero modificado y pigmentado en masa que permite distintos tipos de acabados, los cuales veremos en el siguiente apartado.
Podemos destacar de este tipo de revestimiento una serie de características:
- Homogeneidad en la mezcla.
- Alta adherencia.
- Mayor resistencia al descuelgue.
- Mejor rendimiento.
- Buena capacidad de retención de agua entre otros.
- Escasa tendencia a la segregación
Está compuesto por una serie de materias primas como:
- Conglomerantes hidráulicos. Cemento blanco, gris y cal.
- Áridos. De naturaleza carbonata o silícea.
- Pigmentos. Compatibles con el resto de componentes, estables a la luz del sol y de naturaleza inorgánica.
- Cargas ligeras. Áridos ligeros.
- Fibras. Celulositas o sintéticas.
- Aditivos. Compuestos químicos que modifican las características del producto y actúan sobre la trabajabilidad, la permeabilidad al agua, al vapor de agua, la adherencia y la resistencia. Entre ellos encontramos retenedores de agua, plastificantes/aireantes, hidrofugantes y resinas sintéticas.
Tipos de acabado de mortero monocapa
Son muy diversos los acabados de morteros monocapa, por lo que vamos a mostraros cuáles son y cómo se logran:
- Raspado o labrado. Una vez que el mortero monocapa se endurezca en condiciones ambientales, se raspa con una llana metálica de púas hasta lograr conseguir la textura que andamos buscando. Finalmente para eliminar las partículas sueltas, se cepilla el revestimiento con un cepillo de cerdas blandas.
- Gota o tirolesa. Se proyecta un salpicado del mismo material sobre la primera capa después de que se haya endurecido el mortero monocapa.
- Chafado. Cuando se ha endurecido de forma parcial, se aplasta con la llana sobre el paramento el acabado a gota.
- Fratasado o liso. Es un tipo de acabado que se aconseja para las zonas más pequeñas, cuya ejecución es similar a la de un revoco de un mortero convencional.
- Rústico. Para lograr el acabado rústico, se aplica una segunda capa sin operación suplementaria.
- De piedra proyectada. Es similar al hormigón lavado coloreado y se logra tras aplicar manualmente un árido seleccionado después de tender el monocapa. Posteriormente, para que la piedra y el mortero queden al mismo nivel, se embute ligeramente con la ayuda de una llana.
Recomendaciones de su aplicación
Podemos destacar una serie de sugerencias:
- No aplicarlo en zonas que se encuentren sumergidas en agua.
- Se debe aplicar entre los 5ºC y 35ºC de temperatura.
- Proteger las zonas expuestas en casos de lluvia.
- Protección de las partes bajas de los edificios mediante zócalos.
- No se debe de aplicar con fuertes vientes, insolación directa, fuertes lluvias o heladas.
- No aplicar en superficies con un ángulo inferior al 10%.
- Los soportes habituales que se aplican para su utilización son el ladrillo cerámico, termoarcilla, bloque de hormigón, enfocados de cemento y hormigón.
0 comentarios